A partir del siglo XVII da inicio la propagación al culto de la Sagrada Familia. Cuando en el siglo XIX es notable la desintegración de la familia, debido a la revolución industrial que provoca la aglomeración en las grandes urbes, la Iglesia decide instaurar esta festividad con liturgia propia y fundamento en el testimonio y la intercesión de la Santa Familia de Nazaret. Por lo citado, el pontífice León XIII (1878-1903), en 1893, implanta la celebración en el tercer domingo posterior al de Epifanía. Después de las reformas efectuadas al Calendario litúrgico en 1969, se fija la festividad en el domingo dentro de la octava de Navidad, como se efectúa en nuestros días. El Catecismo de la Iglesia Católica, en el párrafo 1655, enseña: "Cristo quiso nacer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la 'familia de Dios'. Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, `con toda su casa', habían llegado a ser creyentes (Hch 18, 8). Cuando se convertían, deseaban también que se salvase 'toda su casa' (Hch 16, 31; 11, 14). Estas familias convertidas eran islas de vida cristiana en un mundo no creyente". En la actualidad, las distancias en las grandes ciudades provocan el alejamiento de cada integrante de la familia; sin embargo, esto puede atenuarse planeando que en determinados días u horas padre, madre e hijos se reúnan en casa o realicen paseos familiares; es recomendable la oración familiar, recordando que "familia que reza unida permanece unida", así como la asistencia dominical a la Asamblea Eucarística, además de tomar en cuenta a los abuelos. Iconografía: según la creatividad de cada autor, entre otras representaciones encontramos a José trabajando con túnica verde y manto amarillo en su taller de carpintería; María con vestido blanco y manto azul, con un canastillo hilando, en tanto el Niño Jesús, con alba túnica, acerca a su padre un trozo de madera. Una breve oración dice así: "Sagrada Familia de Nazaret desde el cielo, protege a las familias para que vivan el camino del amor, se renueven, crezcan en santidad, vivan más unidas, lleguen a ser un santuario de amor y de vida y ofrezcan testimonio con su vida familiar".
Fuente:laverdadcatolica
San Juan Apóstol y Evangelista (s. I)
Antes de ser llamado al Apostolado por Jesús fue discípulo de San Juan Bautista.
Respondió generosamente a la llamada del Señor y, enamorado profundamente del Maestro, gozó de una especial intimidad con Él, junto con San Pedro y su hermano Santiago.
Es autor del cuarto evangelio, de tres cartas canónicas y del libro del Apocalipsis.
Después de un magnífico trabajo apostólico en Palestina y Asia Menor, murió, ya muy anciano, desterrado en la isla de Patmos, durante el imperio de Domiciano.
Fuente: Archimadrid