Desde la altura del púlpito un fraile dominico predica a la multitud sujetando con la mano izquierda un rollo de pergamino mientras con la derecha traza en el aire como una bendición que en realidad es un ademán persuasivo que subraya su oratoria. Es fray Vicente, catedrático de teología, pero conocido sobre todo como predicador a quien no se resisten las almas.
Vicente Ferrer nació en Valencia el 23 de enero de 1350. Su padre, Guillermo Ferrer, era notario y la casa natalicia de Vicente, a quien le fue impuesto ese nombre por haber nacido el día de San Vicente Mártir, estaba cerca del convento de los Padres Dominicos.
A los diecisiete años ingresó en el convento de los dominicos de su ciudad. Se entregó de lleno a los estudios en los que sobresalió por su nada común inteligencia y, sobre todo, por su arrebatadora elocuencia que arrastraba a cuantos le oían. Hechos los estudios, fue nombrado catedrático en varios Conventos de Estudios Generales de su Orden: Valencia, Barcelona, Lérida y en universidades de diferentes poblaciones llamando a todos la atención por su enseñanza, por su elocuencia y, sobre todo, por la santidad de su vida. Sus discípulos aumentaban cada día y querían seguirle a todas partes para enriquecerse con sus enseñanzas y con sus ejemplos.
Ejerce su apostolado en la enseñanza y en la predicación hasta 1390. Entonces iba a dar comienzo a una vida de predicador que le llevaría en un principio al lado del papa de Avignon y luego a partir de 1399, a recorrer el Mediodía de Francia, Lombardía Piamonte, Suiza y Saboya.
Recorre la mayor parte de Europa como Legado del Papa Benedicto Xlll - el Papa Luna - y predica incansablemente el amor de Jesucristo y la vivencia de los preceptos del Señor. Sólo le interesa una cosa: Llevar las almas a Cristo. Y esta sociedad desgarrada y materialista, en. que le ha tocado vivir, que vuelva a Jesucristo para que se viva de acuerdo con el Evangelio.
Volvió a Valencia en 1408, mas, al cabo de pocos años, retornó a Francia, recorriéndola en todas direcciones antes de llegar a Bretaña, donde falleció al final de una Cuaresma predicada en Vannes (1419). Vicente llevaba como espina en su corazón la guerra que no concluía entre Inglaterra Francia, y, en especial, el cisma que dividía a la Iglesia de occidente entre dos y luego tres obediencias a otros tantos pontífices. Creía ver en ellos otros tantos signos del fin de los tiempos.
Y ésta es sólo una de las vertientes de su actividad, porque está también la de consejero político. Fue uno de los grandes defensores de Benedicto XIII, el Papa Luna (a quien poco antes de morir retiró su apoyo para poner fin al cisma de Occidente), y en 1412 es uno de los protagonistas del compromiso de Caspe. Es patrono de Valencia
Vicente Ferrer nació en Valencia el 23 de enero de 1350. Su padre, Guillermo Ferrer, era notario y la casa natalicia de Vicente, a quien le fue impuesto ese nombre por haber nacido el día de San Vicente Mártir, estaba cerca del convento de los Padres Dominicos.
A los diecisiete años ingresó en el convento de los dominicos de su ciudad. Se entregó de lleno a los estudios en los que sobresalió por su nada común inteligencia y, sobre todo, por su arrebatadora elocuencia que arrastraba a cuantos le oían. Hechos los estudios, fue nombrado catedrático en varios Conventos de Estudios Generales de su Orden: Valencia, Barcelona, Lérida y en universidades de diferentes poblaciones llamando a todos la atención por su enseñanza, por su elocuencia y, sobre todo, por la santidad de su vida. Sus discípulos aumentaban cada día y querían seguirle a todas partes para enriquecerse con sus enseñanzas y con sus ejemplos.
Ejerce su apostolado en la enseñanza y en la predicación hasta 1390. Entonces iba a dar comienzo a una vida de predicador que le llevaría en un principio al lado del papa de Avignon y luego a partir de 1399, a recorrer el Mediodía de Francia, Lombardía Piamonte, Suiza y Saboya.
Recorre la mayor parte de Europa como Legado del Papa Benedicto Xlll - el Papa Luna - y predica incansablemente el amor de Jesucristo y la vivencia de los preceptos del Señor. Sólo le interesa una cosa: Llevar las almas a Cristo. Y esta sociedad desgarrada y materialista, en. que le ha tocado vivir, que vuelva a Jesucristo para que se viva de acuerdo con el Evangelio.
Volvió a Valencia en 1408, mas, al cabo de pocos años, retornó a Francia, recorriéndola en todas direcciones antes de llegar a Bretaña, donde falleció al final de una Cuaresma predicada en Vannes (1419). Vicente llevaba como espina en su corazón la guerra que no concluía entre Inglaterra Francia, y, en especial, el cisma que dividía a la Iglesia de occidente entre dos y luego tres obediencias a otros tantos pontífices. Creía ver en ellos otros tantos signos del fin de los tiempos.
Y ésta es sólo una de las vertientes de su actividad, porque está también la de consejero político. Fue uno de los grandes defensores de Benedicto XIII, el Papa Luna (a quien poco antes de morir retiró su apoyo para poner fin al cisma de Occidente), y en 1412 es uno de los protagonistas del compromiso de Caspe. Es patrono de Valencia
Otros santos: Vicente Ferrer, presbítero; Irene, Agape, Quionia, hermanas vírgenes;. Zenón, mártires; Santa Juliana de Cornillón, virgen.