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viernes, 28 de mayo de 2010

SAN GERMÁN DE PARÍS

Hoy, 28 de mayo, conmemoramos a San GERMÁN de PARÍS, Obispo.


SAN GERMÁN DE PARÍS (496-576) nació en Autun, en Borgoña, Francia, hijo de un matrimonio de edad madura que no lo quiso mucho.

De niño, San Germán de París fue lo que hoy se diría un niño rechazado, pues creció con carencias de afecto y cariño familiar. Cuando llegó a la edad adulta vivió muchos años como ermitaño.

Hacia el año 530 entra en contacto con Agripin, el obispo de su natal Autun, quien al identificar su santidad, y después de convencerlo con sabios argumentos, lo convence de que acepte ser ordenado sacerdote.

Su carisma y su humildad son apreciados por los gobernantes y las autoridades de la Iglesia, y San Germán pasa por un prolongado pero continuo ascenso. En 540 es nombrado abad de San Sinforiano, en Autun, y en 550 le fue otorgado el cargo de Obispo de París.

Hacia la misma época, el rey Childeberto I lo nombra capellán real. Sin embargo, incluso viviendo en la corte y ostentando un cargo elevado continuó llevando una vida humilde, predicando a la gente y repartiendo sus posesiones entre los pobres.

Una de sus principales preocupaciones fue el trato a los prisioneros y a los cautivos, y aprovechó su cercanía con el monarca para abogar por que recibieran un trato digno.

A San Germán de París se le atribuyen numerosos milagros en vida, como lo fue una multiplicación de panes al escasear el alimento, cuando él estaba a cargo de la abadía de San Sinforiano, o bien apagar un incendio con un solo vaso de agua bendita.

A las afueras (en francés: des près) de París, San Germán fundó un monasterio benedictino. La tradición cuenta que un día él profetizó que su muerte ocurriría un día 28 de mayo, como en efecto sucedió, cuando él ya estaba entrado en sus ochentas.

Sus restos mortales fueron sepultados en la iglesia del monasterio que él mandó construir, la cual fue llamada a partir de ahí con su nombre: Saint Germain des Près.

SAN GERMÁN DE PARÍS nos enseña el valor de alcanzar metas elevadas con el fin de servir mejor al prójimo.