lunes, 6 de septiembre de 2010

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE de Extremadura.

Se encuentra en una región agreste, en el corazón de Extremadura y de todos los extremeños. Según la tradición, la imagen, que había sido enviada por el Papa San Gregorio Magno a España, fue encontrada por un pastor, junto al Guadalupejo, (río escondido), hacia el siglo XIII. Pronto empezaron las romerías.
Los peregrinos crecen sin cesar, tanto que el arzobispo de Toledo, Pedro Tenorio, para facilitar el paso, construyó un puente sobre el Tajo, Puente del Arzobispo. La devoción de los reyes españoles a la Virgen de Guadalupe fue siempre muy grande, empezando por los Reyes Católicos. Fue también muy notoria su vinculación con el descubrimiento y evangelización de América. Por aquí pasó Colón para despedirse, y dar gracias por el descubrimiento, y otros muchos conquistadores extremeños. Cuadros de Zurbarán y frescos de Lucas Jordán adornan el templo.
ELEUTERIO  (siglo VI)
eleuterioabadn.jpg (15737 bytes)Su nombre ha llegado hasta nosotros gracias a su amigo el papa san Gregorio el Grande, quien nos dice que fue abad del monasterio de San Marcos Evangelista en Espoleto, que vivió mucho tiempo y que «conversó conmigo en Roma, en mi monasterio, donde murió».
«Fue de tanta virtud», dice el pontífice, «que con sus oraciones resucitó un muerto», y le atribuye también la curación de una enfermedad que él padecía, «que si no comía a cada instante parecía acabárseme la vida». Bastó que el santo abad le bendijera para que san Gregorio no volviese a sentir los efectos de su mal.
Pero Eleuterio era citado sobre todo, más que por sus méritos, que debían de ser muchísimos, por una debilidad que nos lo hace sentir más próximo; no es el santo que se nos describe como casi impecable, sino el que es víctima de un momento de flaqueza.
Ciertas monjas le habían encomendado la custodia de un niño atormentado por el Diablo, y   como después de muchos días el Espíritu Maligno no se manifestase, parece ser que el abad comentó un día a sus monjes: El Diablo se burlaba de aquellas santas religiosas, pero ahora no se atreve.
Al instante el Demonio volvió a apoderarse del niño, y Eleuterio comprendió que en sus palabras había habido vanagloria. «Reconoció su culpa, lloróla amargamente y pidió a todo el monasterio que se pusiera en oración e hiciese penitencia». Una simple frase con una pizca de soberbia hizo que el Diablo volviese a sentirse en terreno propio, y se necesitó la colaboración de todos para volver a echarle.
BEATO BARTOLO LONGO 1841-1926
bartololongo.jpg (15841 bytes)La historia del Patito Feo es famosa casi universalmente. Sabemos lo que es sentirse poco atractivos y fuera de lugar. La mayoría de nosotros abrigamos secretamente la idea de que quizá, después de todo, resultemos ser un cisne.

El Beato Bartolo Longo deseaba establecer la devoción al rosario en el valle donde había existido la antigua ciudad de Pompeya. Todos sus intentos por interesar a sus habitantes fracasaron. Tuvo entonces la idea de llevar hasta dicha área una imagen de Nuestra Señora del Rosario, pero la única imagen que pudo encontrar era muy mala. No le ayudó mucho el que la única forma que tuvo de hacérsela enviar fuera en un vagón de estiércol.
La condesa Mariana de Fusco, amiga (y posteriormente esposa) del Beato Bartolo, creyó que el cuadro era tan horrible que dijo: «Debe haber sido pintado a propósito para destruir la devoción a Nuestra Señora.» Sin embargo, una vez restaurado, se convirtió en el foco de numerosas peregrinaciones y el centro de un importante santuario de Nuestra Señora del Rosario. ¿Qué hay en tu vida que parezca arrugado y de lamentable aspecto? ¿Qué te hace sentirte no deseado y falto de atractivo? El Beato Bartolo (y el Patito Feo) miraron, más allá de lo externo, al potencial de lo interno. No importa cómo te sientas en este mismo momento; tienes un potencial enorme. El ejemplo del Beato Bartolo nos enseña que con fe, optimismo (y un poco de trabajo duro) todas las cosas pueden ser hechas como nuevas.

OTROS SANTOS: Nª. Sª. de Guadalupe; Juan de Ribera, Eugenio, Petronio, Onesíforo, Porfirio, Leto, Donaciano, Mansueto, Presidio, Germán, Músculo, obispos; Fausto presbítero, Cútido, diácono, Macario, Eugenio, mártires; Zacarías, profeta; Beato Buenaventura de Forlí, obispo; Beato Bertrán de Garrigues.