El martirio es una gracia permanente en la Iglesia. La sangre cristiana corrió con abundancia a lo largo de los primeros siglos como testimonio de la nueva fe, y más tarde seria derramada, en tiempos modernos, por las Iglesias jóvenes de Extremo Oriente y del Nuevo Mundo. Pero, durante la Reforma protestante y el Anglicanismo el martirio cobró una forma nueva, la más dolorosa: en nombre de la fidelidad al Evangelio, unos cristianos llevaban al martirio a otros. Por una y otra parte, la violencia de aquellos que le mataban encontraba en las víctimas el mismo anhelo de morir, como auténticos testigos de Cristo. Así fue como entregó Fidel su vida por la fe católica.
Marcos Rey, nacido en Sigmaringen (Alemania) en 1578, hijo del burgomaestre de Sigmaringa, era un joven muy inteligente que ya cursando sus estudios de Leyes en Friburgo de Brisgovia llamaba la atención de todos por sus dotes intelectuales.
Entre los capuchinos es muy popular una cuarteta humorística dedicada a San Fidel, que dice así: "Santo es hoy quien fue abogado. ¡Obra del poder divino! Le costó ser capuchino y morir martirizado".
Marcos Rey se doctoró en leyes y gozó de una bien merecida fama de abogado, siempre dispuesto a ayudar a los más pobres y necesitados. Por ello fue llamado "el abogado de los pobres". Pero fueron unas palabras de un compañero suyo que le habló con tan poca seriedad de la abogacía y que de nada servía la justicia humana, por lo que decidió tomar otro camino.
Recibe el sacerdocio a los treinta y cinco años, el 4 de octubre de 1612. Al imponerle el nombre, el P. Guardián, como queriendo jugar con el significado del nombre, le recordó la frase del Apocalipsis que el tiempo se encargará de hacer que sea profética: "Sé fiel--Fidel--hasta la muerte y te daré la corona de la vida".
Se entregó de lleno a su formación teológica pero, sobre todo, a su formación ascética y piadosa: Pasaba horas en la oración y castigaba su cuerpo con rigurosas penitencias.
Como superior sucesivamente de varios conventos, se señaló por un amor abrasador y puso sus dotes de orador al Servicio del Evangelio en numerosas misiones populares.
Se le encomendaron misiones de predicación en tierras de protestantes - Suiza, Austria, sur de Alemania -, fue elegido guardián de los conventos de Feldkirch y Friburgo, tuvo rasgos de abnegado heroísmo durante una epidemia de peste, y convirtió a muchos calvinistas con una caridad que desarmaba a sus adversarios.
El Papa Gregorio XV había fundado aquellos días - 1622 - la Sagrada Congregación de Propaganda Fide para extender el conocimiento de la doctrina de Jesús por todos los países del mundo, sobre todo, los infieles y pedía voluntarios.
El 14 DE ABRIL de 1622 se despedía Fidel de los suyos y les dijo que "pronto tendría el gozo de derramar la sangre por Jesucristo". Diez días después, el domingo 24, los herejes Grisones mientras estaba predicando la palabra de Dios con energía y sin miedo, descargaron una espada contra él y cayó desplomado al suelo. Aún pudo ponerse de rodillas y exclamó: "Jesús, María, valedme" y expiró. Era el 24 DE ABRIL de 1622. Es el Protomártir de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide.
Marcos Rey, nacido en Sigmaringen (Alemania) en 1578, hijo del burgomaestre de Sigmaringa, era un joven muy inteligente que ya cursando sus estudios de Leyes en Friburgo de Brisgovia llamaba la atención de todos por sus dotes intelectuales.
Entre los capuchinos es muy popular una cuarteta humorística dedicada a San Fidel, que dice así: "Santo es hoy quien fue abogado. ¡Obra del poder divino! Le costó ser capuchino y morir martirizado".
Marcos Rey se doctoró en leyes y gozó de una bien merecida fama de abogado, siempre dispuesto a ayudar a los más pobres y necesitados. Por ello fue llamado "el abogado de los pobres". Pero fueron unas palabras de un compañero suyo que le habló con tan poca seriedad de la abogacía y que de nada servía la justicia humana, por lo que decidió tomar otro camino.
Recibe el sacerdocio a los treinta y cinco años, el 4 de octubre de 1612. Al imponerle el nombre, el P. Guardián, como queriendo jugar con el significado del nombre, le recordó la frase del Apocalipsis que el tiempo se encargará de hacer que sea profética: "Sé fiel--Fidel--hasta la muerte y te daré la corona de la vida".
Se entregó de lleno a su formación teológica pero, sobre todo, a su formación ascética y piadosa: Pasaba horas en la oración y castigaba su cuerpo con rigurosas penitencias.
Como superior sucesivamente de varios conventos, se señaló por un amor abrasador y puso sus dotes de orador al Servicio del Evangelio en numerosas misiones populares.
Se le encomendaron misiones de predicación en tierras de protestantes - Suiza, Austria, sur de Alemania -, fue elegido guardián de los conventos de Feldkirch y Friburgo, tuvo rasgos de abnegado heroísmo durante una epidemia de peste, y convirtió a muchos calvinistas con una caridad que desarmaba a sus adversarios.
El Papa Gregorio XV había fundado aquellos días - 1622 - la Sagrada Congregación de Propaganda Fide para extender el conocimiento de la doctrina de Jesús por todos los países del mundo, sobre todo, los infieles y pedía voluntarios.
El 14 DE ABRIL de 1622 se despedía Fidel de los suyos y les dijo que "pronto tendría el gozo de derramar la sangre por Jesucristo". Diez días después, el domingo 24, los herejes Grisones mientras estaba predicando la palabra de Dios con energía y sin miedo, descargaron una espada contra él y cayó desplomado al suelo. Aún pudo ponerse de rodillas y exclamó: "Jesús, María, valedme" y expiró. Era el 24 DE ABRIL de 1622. Es el Protomártir de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide.
Otros santos: Conversión de San Agustín; María Eufrasia Pelletier, virgen y fundadora; Sabas, Alejandro, Eusebio, Neón, Daniel, Leoncio y Longinos, mártires; Melito, Wilfrldo, Gregorio de Elvira y Honorio, obispos.; Egberto, presbítero; San Pedro de Armengol, presbítero; Bofa y Doda, vírgenes; Beato Benito Menni.