San Eladio, obispo de Toledo († 633) Pasó los primeros años de su vida sirviendo en la corte de los reyes visigodos. Con el tiempo se convirtió en un hombre muy erudito y en un distinguido diplomático. Como representante del rey, asistió al Concilio de Toledo el año 589. Finalmente dejó todo e ingresó en un monasterio. El año 605 fue elegido abad. En el 615 se vio obligado, con gran disgusto por su parte, a aceptar el gobierno de la sede episcopal de Toledo. Murió en el 633. Emparentado con la familia real, desempeña en su juventud diversos cargos de gobierno, en la capital visigótica de España, con ejemplaridad y gran prestigio. Pero elige la vida religiosa en el monasterio de Agalia; y busca siempre ser empleado en las ocupaciones de menos brillo. Ya de muchos años, es nombrado arzobispo de Toledo. Y durante otros 18, como pondera su sucesor San Ildefonso de Toledo, su caridad y celo hasta la muerte, el año 632, se hicieron proverbiales. Del griego: procedente de Grecia (s VII) Obispo. Era de origen español, ocupó cargos honoríficos en la corte, su brillante inteligencia y conocimientos lo hacían destacar en el Imperio; sin embargo, prefirió dejar su vida acomodada y sus riquezas, para retirarse a la soledad del monasterio de Agali, donde se entregó a la oración y a la penitencia, allí obtuvo fama de santidad, siendo nombrado abad y, posteriormente, Obispo de Toledo, ciudad donde murió.
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